... Los trozos que se anotan, escritos en diferentes estaciones de la vida de J. H., aportan evidencias a su medular convicción: la esquizofrenia no es una dolencia:  es una virtud. Permite y reclama decir y pensar en varios planos temporales y cognitivos. Uno es uno y el otro. Y el otro de J. H.  ensaya estas rimas.  En tiempos dispares, con ánimo desigual. Siguen algunas que tal vez dirán algo al lector.... 
Versos   Prosaicos
 
1.
Dicen que una carta
Surcada por la tinta
Es una hoja blanca
Por una mano enloquecida
 
Dicen que los correos
Devoran las distancias
Mascullando inocencias
De las palabras.
 
Dicen que un matasellos
Festeja la mañana
Con esas voces nocturnas
Que se apiñan en tu carta.
 
Dicen lo que dicen
Los que ignoran las entrañas.
Pues tú, yo y el papel
Somos una morada.
 
 
2.
Tu cara en mi recuerdo:
Consuelo.
Tu letra:
Mi espejo.
Dentro de mí:
Lo nuestro.
Hablamos alegremente:
En silencio.
Nos unimos con un grito:
Contento.
 
 
3.
Te veo desde lejos, mi libro.
Tus páginas acostadas
Sobre un título.
Quisiera devorarte de un trago
Y poseerte.
Pero eres
Una ciudad en vilo.
Y yo apenas
Un suspiro.
 
4.
En toda piel te encuentro.
En todos los ojos
Te miro.
Inevitable eres como la noche
De un forastero.
Me estoy quebrando dentro
Como guijarros
En el río.
Como la lluvia
Oscilo
Entre las nubes
Y el suelo.
Me estoy quebrando.
Y tú-  lejos.
 
5.
Llevo esta letra por dentro
Y a mis orillas.
La violo, maltrato,
Con mis fantasías.
Espera mansa, serena,
Ni una queja ni un quejido.
Me tolera me habita
Y sin justicia
Espera.
 

6.

Cuando la noche
Nos enciende
La ventana tiembla.
Susurros y olores:
¿recuerdas?
Cuando la noche
Conquista
Nuestros cuerpos
La luna emerge
Desde dentro.
Inventamos entonces el mundo.
El mundo es nuestro.
 
7.
Mi alma camina
Contigo.
Por el polvo reptante
Del camino.
Me lleva- no sé:
Acaso a tus ojos
A tu ombligo?
Sólo sé que erizas
Mis cabellos dormidos.
Mi alma camina
Contigo
Y rehúsa confesarme
El destino.

 
8.
Cuando la distancia
Nos une
Creo
En los laberintos.
Creo
En los sueños
Que mueren
En el alba.
Creo
En los espejos
De Borges.
Creo
A mis versos
Y a los hombres.
 

9.
Me veo
En un purgatorio eterno
Donde se alojan mis Otros.
Los busco, no distingo,
No veo.
Mi ego se desbarata
En los vidrios.
 

10.
Soy un eco lejano.
Apenas un soy.
Soy una fantasía
Que habla
Desde el rincón.
Estoy
En esas paredes platónicas.
Y no soy.
Se apaga la luz
Y veo aturdido
Mi confusión.
Estoy
En ese espacio curvo
De infinito
Pavor.
Y no estoy.
 

11.
Descubrí que estoy muerto.
No una vez.
Ni dos.
Muerto firmemente
En plena luz.
Estoy
No-aquí
Ni allá.
Morí sin anuncio alguno,
Sin eco,
Como uno más.
Nadie lo sabe
Ni lo  supo.
Ni mis vecinos de tumba
Ni los de acá.
Soy un invento mío.
No: de los demás.
Simulo una vida
Que nunca existirá.
 

12.
Toma- dijo ella.
¿Qué? – dijo él.
Tómame- dijo ella.
Ya llego- dijo él.
Llegaste- dijo ella.
Llegamos- dijo él.
Amanezco- dijo ella.
Amanece- dijo él.
Y despertaron
Ella y él.